Desde sus orígenes, el movimiento obrero, organizado en torno a un principio internacionalista, se ha significado por la solidaridad entre sus miembros. Nacido en 1888, el sindicato Unión General de Trabajadores (UGT) cumplía las dos características propias del movimiento obrero de la época: “el obrerismo y la vocación internacional”.

El Instituto Sindical de Cooperación al Desarrollo (ISCOD) es una fundación sin ánimo de lucro, constituida en 1990 por la Unión General de Trabajadores (UGT) como instrumento para canalizar la solidaridad y la cooperación del sindicato con las organizaciones de trabajadores y trabajadoras de los países empobrecidos. Este compromiso se refleja en la cuota de los trabajadores y las trabajadoras afiliadas a la UGT. Desde 1994, UGT destina el 0,7% de la cuota de todos sus afiliados y afiliadas a financiar los proyectos de cooperación al desarrollo que llevamos a cabo.

Nuestra misión es apoyar y promover la existencia de organizaciones sindicales fuertes en los países en desarrollo, que tengan capacidad para participar en los procesos de diálogo social, con el fin de mejorar las condiciones laborales de trabajadores y trabajadoras y acabar con la pobreza.