En nuestra guía anterior, “De implementación de la Agenda de Trabajo Decente y los ODS en las empresas riojanas” explicábamos que la Agenda 2030 es un acuerdo internacional orientado a la erradicación
de la pobreza, la disminución de las desigualdades y la vulnerabilidad, y el fomento de la sostenibilidad, aprobado en 2015 en el seno de Naciones Unidas.
Allí expusimos que la Agenda 2030 se centra en 17 objetivos, los llamados Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

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En este apartado, pretendemos visibilizar los ODS que están estrechamente relacionados con el tra- bajo de cuidados y cómo su valorización y reparto equitativo suponen una condición necesaria para que esta Agenda pueda cumplirse dentro del plazo (para 2030).

Aunque todos los ODS están relacionados, pues es difícil, por ejemplo reducir las desigualdades (ODS 10) sin garantizar una Educación de Calidad (ODS 4) y sin llevar a cabo una firme Acción por el Clima (ODS13), sí identificamos algunos que se involucran directamente en el trabajo de cuidados.

El primero sería el ODS 5: Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas.

Entre sus metas recoge específicamente: Reconocer y valorar los cui- dados y el trabajo doméstico no remunerados mediante servicios públicos, infraestructuras y políticas de protección social, y promoviendo la responsabili- dad compartida en el hogar y la familia, según proceda en cada país (meta 5.4).

Aunque también se relaciona con las metas 1 y 5. “Poner fin a todas las formas de discriminación contra todas las mujeres y las niñas en todo el mundo” (5.1.). “Asegurar la participación plena y efectiva de las mujeres y la igualdad de oportunidades de liderazgo a todos los niveles decisorios en la vida política, económica y pública” (5.5).

Además, el trabajo de cuidados, en las condiciones actuales, supone la vulneración del derecho humano a unas condiciones de trabajo equitativas y satisfactorias, por lo que también afecta al ODS 8: Promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo y el trabajo decente para todos.

Como se ha comentado, el ejercicio del trabajo de cuidados no remunerado por parte de las mujeres tiene graves efectos en su vida laboral, por lo que un buen reparto de los mismos ayudaría a alcanzar el Objetivo de Trabajo Decente.

En concreto, las metas:

8.5. “De aquí a 2030, lograr el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todas las mujeres y los hombres, incluidos los jóvenes y las personas con discapacidad, así como la igualdad de remuneración por trabajo de igual valor”.

8.8. “Proteger los derechos laborales y promover un entorno de trabajo seguro y sin riesgos para todos los trabajadores, incluidos los trabajadores migrantes, en particular las mujeres migrantes y las personas con empleos precarios”

Otro muy relacionado es el ODS 4: Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos.

Muchas niñas del mundo no pueden acceder a la educación (o se ven obligadas a abandonarla a edades tempranas) por ser las encargadas de estas tareas. Por lo que un reparto equitativo de los cuidados facilitaría el acceso a la educación en condiciones de igualdad.

En la edad adulta, el hecho de no acceder al mercado laboral, impide a las mujeres a seguir formándose y promocionar en su carrera, como sí lo hacen los hombres.

Otro ODS sería el 10, dedicado a Reducir la desigualdad en y entre los países. Desde luego el reparto inequitativo de las tareas de cuidados supone una situación de discriminación y desigualdad sufrida por las mujeres, por lo que este objetivo tampoco se alcanzaría de no colocar la vida en el centro.

En concreto, las metas:

10.2 “De aquí a 2030, potenciar y promover la inclusión social, económica y política de todas las personas, independientemente de su edad, sexo, discapacidad, raza, etnia, origen, religión o situación económica u otra condición”.

10.3 “Garantizar la igualdad de oportunidades y reducir la desigualdad de resultados, incluso eliminando las leyes, políticas y prácticas discriminatorias y promoviendo legislaciones, políticas y medidas adecuadas a ese respecto”.

Por último, como hemos ido exponiendo, las mujeres son las más afectadas por la pobreza, en parte por esta sobrecarga de cuidados que no les permite acceder a un empleo decente. Por lo tanto, la valorización de los cuidados afectaría también al ODS 1: Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo.